Hoy puede ser un gran día, dice el Nano, Serrat
Y hoy, en el Día Internacional de la Mujer, la Fiscalía israelí decide que el ex presidente Moshé Katzav – acusado de graves delitos sexuales en perjuicio de ex empleadas que trabajaban bajo su mandato – será formalmente demandado en el fuero penal y deberá responder a las acusaciones ante la justicia, incluso por el delito de violación. Cabe señalar que la Fiscalía había dudado previamente sobre si incluir este delito en la demanda o no, debido a que los abogados defensores de Katzav pusieron en duda la credibilidad de la demandante, e intentaron demostrar que era – como mínimo – mentirosa patológica y extorsionadora.
Esta decisión de la Fiscalía no significa que Katzav haya sido condenado o hallado culpable o responsable de alguno de los delitos de los que se lo acusan. Habrá juicio y será el tribunal quien decida.
Pero tiene, a mi entender, algunas implicaciones más que importantes, a saber:
Toda mujer que sea víctima de acoso sexual, abuso, violación o cualquier delito en su contra debido a su condición de mujer, sabrá a partir de ahora que no importa quién sea el agresor o qué cargo ocupe, deberá responder ante la justicia.
Todo hombre que intente aprovecharse o se aproveche de una situación de desventaja de una mujer o, en cualquier caso, abuse de ella, la acose o cometa contra ella cualquier delito, sabrá que llegará el día en que tenga que sentarse en el banquillo de los acusados, aunque disponga del dinero para contratar a los mejores abogados, expertos en relaciones públicas y asesores de imagen y prensa.
Toda mujer que sea víctima de un delito de índole sexual sabrá que ningún intento de difamación o ataque contra su credibilidad tendrá por sí solo un efecto probatorio acerca de su acusación y su testimonio.Ninguna descalificación pública tendrá efecto en la acusación. Podrá testimoniar ante la justicia y relatar los hechos tal como los vivió y los sintió, y exponer ante los jueces su verdad. Dicho sea de paso, toda aquella a la que se le ocurra inventar una acusación de delito sexual contra un hombre (que también las hay) sabrá que deberá sostenerla ante un tribunal.
Todo ciudadano israelí, sea quien fuere, hombre o mujer, con el cargo, el puesto y la posición social que sea, sabe hoy que en Israel la justicia existe y que – tarde pero seguro – cae sobre los delincuentes y da la posibilidad de defensa a los inocentes.
En este Día Internacional de la Mujer, siento que estamos a mitad de camino, entre el progreso y el fracaso, entre los logros y lo mucho que todavía falta por hacer. Pero al menos el sistema judicial israelí nos ha dado una pequeña esperanza y hoy casi casi me animo a confiar en que Será Justicia.