Investigadores del Instituto Tel Jai en Israel realizaron un estudio en el que compararon, por primera vez, las reacciones a distintos tipos de traumas con el objeto de establecer quiénes desarrollan síntomas postraumáticos más graves. El estudio revela que las mujeres que han sido víctimas de una violación desarrollan síntomas de post-trauma mucho más graves que aquellos que sufren estrés postraumático por guerras, accidentes de tránsito, enfermedades graves o la muerte de una persona muy cercana.
En la investigación participaron 341 personas que vivieron situaciones traumáticas. Los participantes respondieron un cuestionario elaborado por científicos estadounidenses que mide el nivel de reacción postraumática sobre la base de datos relacionados con el pánico, imágenes recurrentes de recuerdos, flashes, pesadillas, sensación de desamparo, desesperación y depresión. El cuestionario también evalúa el grado de autoinculpación de la víctima.
Los investigadores hallaron que un 25,6% de las mujeres mostraron niveles graves de postrauma, frente a un 11,4% de afectados por otro tipo de situaciones traumáticas. «Las reacciones postraumáticas pueden observarse a través de pensamientos invasivos relacionados con el hecho, flashes, trastornos del sueño, o la sensación de que el hecho traumático domina la vida de la víctima, ataques de pánico y, como consecuencia, problemas y dificultades en la vida cotidiana», explica la Dra. Avigail Mor, una de las responsables de la investigación.
Las reacciones postraumáticas se desarrollan más allá de la reacción inmediata al hecho y diversas publicaciones médicas describen casos de reacciones que se producen mucho tiempo después de la vivencia traumática, semanas, meses e incluso años.
«El objetivo de la investigación es alertar al público y a las autoridades sobre la gravedad del trauma que provocan las violaciones y poner el tema en un lugar bien alto en el orden de prioridades y la consciencia pública», asegura Mor. Hay otros aspectos en los cuales los traumas son diferentes. Por ejemplo, en el caso de las violaciones el nivel de autoinculpación es mucho más grave que en los demás casos y se exterioriza mediante expresiones tales como «me comporté como una idiota», o «me lo merecía».
Según este estudio un 46,2% sintieron culpa por lo sucedido en muy alto grado, mientras que en los demás casos de postrauma la cifra alcanza el 20,4%. «La culpa que sienten las víctimas de violación es consecuencia de la culpabilización social, que es internalizada por las víctimas y se transforma en culpa«, detalla la profesional.
Los responsables de la investigación aseguran que un trauma provocado en forma intencionada y dirigido hacia una persona en particular deja secuelas mucho más graves que otro tipo de traumas, como por ejemplo tras una guerra, donde el soldado se encuentra frente a un ejército, y la situación traumática no apunta exclusivamente a él. «En la violación, el ataque no sólo está dirigido a una persona en particular, sino también a su intimidad«, enfatiza la Dra Avigail Mor.
Promedio de casos de estrés post-traumático por año en Israel , según las causas que lo producen:
Violaciones: 3.000
Guerras: 4.000
Accidentes de tránsito: 30.000
Anuncio de una enfermedad grave: 20.000
Muerte de una persona cercana: cientos de miles
Fuente de la información: Diario Haaretz